Dentro de los actos interreligiosos de la semana por la unidad de los cristianos, ha tenido lugar en Roma un hecho incalificable: obispos y obispas luteranas han recibido la Eucaristía en San Pedro de Roma (ver noticia). Y no es la primera vez que permite comulgar a pecadores públicos, pues el 19 de marzo de 2013 recibieron la comunión en la Misa papal dos promotores del aborto y la homosexualidad: el vicepresidente de Obama, Joe Biden, y la congresista Nancy Pelosi (VER).
Los sacerdotes autores de la web de Denzinger-Bergoglio, han salido al paso explicando las diferencias entre los sacramentos cristianos y el culto luterano (VER) , como también otras páginas de apologética católica (VER). Hasta el director de Infocatólica, tan cauto en sus críticas, ha montado en cólera contra los apóstatas (VER).
Pero no es sólo eso lo que ha escandalizado de nuevo a los fieles en estos días. También la noticia de la próxima ordenación de un sacerdote gay que ha sido ordenado ya diácono: Jason Palmer Welle (ver). Este hombre, que ha puesto en su página de Twitter la bandera gay,
trabaja para el LGBT católico haciendo entrevistas con gente que está a favor del sacerdocio homosexual y de las religiosas lesbianas dentro de la Iglesia Católica.
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Pero por desgracia no es la primera vez que la defensa de la homosexualidad se hace notoria en el Vaticano. El 6 de mayo del año pasado, el P. Michele de Paolis, reconocido promotor de la homosexualidad, fue invitado por Bergoglio a concelebrar en la Misa de Santa Marta y más aún, le besó la mano.