viernes, 8 de abril de 2016

De coles y lechugas (en la Amoris Laetitia)

"Entre col y col, lechuga", dice un refrán español, significando mezclar cosas de buena calidad con otras peores, para colar éstas sin que uno se dé cuenta. Esas son las palabras que me vienen a la mente al leer la nueva exhortación papal "Amoris Laetitia". Sin tiempo aún para leerla entera (lo que requiere un buen rato), he encontrado varias lechugas, pequeñitas pero demoledoras, con una carga de veneno capaz de matar a un elefante... ¡y a la misma Iglesia! Me voy a limitar a citarlas y dejar que el lector juzgue (ups! palabra tabú) o discierna (que es lo mismo pero está de moda) por sí mismo. 

Nº 303: "A partir del reconocimiento del peso de los condicionamientos concretos, podemos agregar que la conciencia de las personas debe ser mejor incorporada en la praxis de la Iglesia en algunas situaciones que no realizan objetivamente nuestra concepción del matrimonio". (A esto se llama "moral de situación", defendida por algunos teólogos como el P. Pagola, condenado por la Iglesia). 

Nº 305: Por ello, un pastor no puede sentirse satisfecho sólo aplicando leyes morales a quienes viven en situaciones «irregulares», como si fueran rocas que se lanzan sobre la vida de las personas. Es el caso de los corazones cerrados, que suelen esconderse aun detrás de las enseñanzas de la Iglesia «para sentarse en la cátedra de Moisés y juzgar, a veces con superioridad y superficialidad, los casos difíciles y las familias heridas» [349]. En esta misma línea se expresó la Comisión Teológica Internacional: «La ley natural no debería ser presentada como un conjunto ya constituido de reglas que se imponen a priori al sujeto moral, sino que es más bien una fuente de inspiración objetiva para su proceso, eminentemente personal, de toma de decisión»[350]. A causa de los condicionamientos o factores atenuantes, es posible que, en medio de una situación objetiva de pecado —que no sea subjetivamente culpable o que no lo sea de modo pleno— se pueda vivir en gracia de Dios, se pueda amar, y también se pueda crecer en la vida de la gracia y la caridad, recibiendo para ello la ayuda de la Iglesia [351].

Nº 37 : También nos cuesta dejar espacio a la conciencia de los fieles, que muchas veces responden lo mejor posible al Evangelio en medio de sus límites y pueden desarrollar su propio discernimiento ante situaciones donde se rompen todos los esquemas. Estamos llamado a formar las conciencias no a pretender sustituirlas” 

".... en la configuración del propio modo de ser, femenino o masculino, no confluyen sólo factores biológicos o genéticos, sino múltiples elementos"... "lo masculino y lo femenino no son algo rígido" 


Nº 297: "Nadie puede ser condenado para siempre, porque esa no es la lógica del Evangelio... hay que integrar a todos… No me refiero sólo a los divorciados en nueva unión sino a todos, en cualquier situación que se encuentren".

Nº 302: «… un juicio negativo sobre una situación objetiva no implica un juicio sobre la imputabilidad o la culpabilidad de la persona involucrada»

Nº 52: "debemos reconocer la gran variedad de situaciones familiares que pueden brindar cierta estabilidad, pero las uniones de hecho o entre personas del mismo sexo, por ejemplo, no pueden equipararse sin más al matrimonio." 

Nº 53: ... es legítimo y justo que se rechacen viejas formas de familia «tradicional», caracterizadas por el autoritarismo e incluso por la violencia...

 Nº 57: A partir de las reflexiones sinodales no queda un estereotipo de la familia ideal, sino un interpelante «collage» formado por tantas realidades diferentes, colmadas de gozos, dramas y sueños.
 

Nº 77: «El discernimiento de la presencia de los semina Verbi en las otras culturas (cf. Ad gentes divinitus, 11) también se puede aplicar a la realidad matrimonial y familiar. Fuera del verdadero matrimonio natural también hay elementos positivos en las formas matrimoniales de otras tradiciones religiosas.

Nº 79. «Frente a situaciones difíciles y familias heridas, siempre es necesario recordar un principio general: “Los pastores, por amor a la verdad, están obligados a discernir bien las situaciones” (Familiaris consortio, 84). El grado de responsabilidad no es igual en todos los casos, y puede haber factores que limitan la capacidad de decisión. Por lo tanto, al mismo tiempo que la doctrina se expresa con claridad, hay que evitar los juicios que no toman en cuenta la complejidad de las diversas situaciones, y hay que estar atentos al modo en que las personas viven y sufren a causa de su condición»

Nº 243: A las personas divorciadas que viven en nueva unión, es importante hacerles sentir que son parte de la Iglesia, que «no están excomulgadas» y no son tratadas como tales, porque siempre integran la comunión eclesial. 

La Nota al pie 351: " En ciertos casos, podría ser también la ayuda de los sacramentos. Por eso, «a los sacerdotes les recuerdo que el confesionario no debe ser una sala de torturas sino el lugar de la misericordia del Señor»: Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 44: AAS 105 (2013), 1038. Igualmente destaco que la Eucaristía «no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles» (ibíd, 47: 1039).

Nota al pie 364: Quizás por escrúpulo, oculto detrás de un gran deseo de fidelidad a la verdad, algunos sacerdotes exigen a los penitentes un propósito de enmienda sin sombra alguna, con lo cual la misericordia se esfuma debajo de la búsqueda de una justicia supuestamente pura. Por ello, vale la pena recordar la enseñanza de san Juan Pablo II, quien afirmaba que la previsibilidad de una nueva caída «no prejuzga la autenticidad del propósito»: Carta al Card. William W. Baum y a los participantes del curso anual sobre el fuero interno organizado por la Penitenciaría Apostólica (22 marzo 1996), 5:L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española, 5 de abril de 1996, p. 4

NOTA de la autora: Por una nota al pie de página entró la comunión en la mano en la Iglesia, con lo que ha supuesto de desacralización de la Eucaristía y de sacrilegios.

Otro tema importante a tener en cuenta es la versión "laicista" que está circulando acerca del documento, con titulares como estos, que no han sido desmentidos por el Vaticano: 

El Papa permitirá la comunión a los divorciados vueltos a casar y abre la puerta a los curas casados

Associated Press: "El Papa insiste en que es la propia conciencia, no las reglas, la que debe dirigir a los fieles" 


Francisco dará via libre a los obispos para impartir la comunión a los divorciados vueltos a casar
... publicado un día ANTES de salir el documento! Termina con estas palabras inquietantes: 

Para algunos, hay muchos indicios de que el Papa pondrá en manos de los obispos de todo el mundo la responsabilidad de elegir o no un "camino penitencial" que por un lado ratificará que el matrimonio católico es indisoluble, y por el otro brindará la posibilidad de que los divorciados y vueltos casar por el rito civil puedan recuperar la comunión.
La mayoría de los obispos alemanes coinciden en que el "camino penitencial" debe culminar en la restitución de los sacramentos. Y lo aplicarán. Pero el cardenal alemán Gerhard Mueller, prefecto para la doctrina de la Fe, y el influyente cardenal de Guinea,Robert Sarah, que arrastra a la mayoría de las iglesias africanas, sostienen que el "camino penitencial" no puede terminar en la "segunda oportunidad" matrimonial que acepta la Iglesia Ortodoxa y que evocó el argentino Francisco en una charla con periodistas meses atrás. Es por esto que en la Iglesia católica pueden vivirse momentos tormentosos en un futuro que cada vez es menos lejano.

En palabras de Baldisseri, se trata de "recontextualizar la doctrina al servicio de la misión pastoral de la Iglesia" (ver). Para mí, se trata de una Reforma PROTESTANTE de la Iglesia... o peor aún!

Ahora cobran su sentido las palabras de Bergoglio a su amigo Scalffari después del último Sínodo: "Todos los divorciados que lo pidan serán admitidos a los sacramentos"

Y las palabras premonitorias del cardenal Sarah: "Separar la doctrina de la práctica pastoral es herejía"


Este vídeo lo explica todo: 


CONCLUSIÓN de la autora: 
Estaba anunciado que el falso profeta aboliría los dogmas y que, sin embargo, la mayoría de los católicos le seguirían a pesar de ello. Esto era una paradoja misteriosa que está siendo desvelada desde hace tres años y ha sido confirmada por esta exhortación. El modus operandi para lograrlo es divorciar (sic) la Doctrina de la Pastoral, vaciando aquella de todo contenido. Es la misma táctica que se ha usado para vaciar de contenido los derechos fundamentales civiles, como el derecho a la vida, abriendo la puerta a las excepciones para luego convertirlas en regla.  Esa es la hoja de ruta de la Sinagoga de satán para conquistar el mundo y robarle a Dios Su Creación, y la Iglesia la ha asumido. La despenalización del adulterio es el equivalente eclesial a la despenalización del aborto (con la consiguiente destrucción moral, social y espiritual) y el primer paso para darle carta de naturaleza ("legalizarlo") y abolir así el concepto mismo de pecado. El aggiornamento del Concilio Vaticano II ha llegado a su culmen, como ya anunció Bergoglio; la Iglesia se ha entregado al mundo, en contra de las palabras del Salmo 124: "No pesará el cetro de los malvados sobre el lote de los justos, no sea que los justos extiendan su mano a la maldad". 
Hemos entrado en la cuenta atrás de la Gran Tribulación. ¡¡Maranata!! 
  
NOTA: Disculpe el lector por la anarquía de los colores y formas de este texto, que parece reflejar la anarquía que se ha instaurado en la Iglesia. (Así lo reconoce también Robert Spaemann, tres semanas después, con el sinónimo de "caos").

Otros análisis:
Enraizados en Cristo 

Josephmariam: Cuando la conciencia de cada uno decide la moralidad, entonces el bien y el mal sólo está en la propia persona. No hay que buscarlo ni en Dios ni en el magisterio auténtico e infalible de la Iglesia. Esa conciencia personal es el camino para todo, ya no es la fe la guía de la persona. 

PD: Al cierre de este post me ha llegado providencialmente algo que va como anillo al dedo del refrán al que hago alusión: una cita de San Beda el Venerable que dice así: 
"Perverso maestro es el diablo, que mezcla muchas veces lo falso con lo verdadero, para encubrir con apariencia de verdad el testimonio del engaño" (Catena Aurea vol. IV p. 76)